lunes, 7 de mayo de 2012

La Legión Azul en el frente ruso


La Legión Española de Voluntarios (Legión Azul) se creó exactamente dos días después de la disolución de la División Española de Voluntarios (División Azul) el 17 de noviembre de 1943. El Comandante en Jefe de la compañía fue el Coronel de Infantería García Navarro. Se decidió crear esta nueva compañía para poder seguir combatiendo contra el Comunismo en la Gran Guerra. De hecho La Legión Azul sólo participó en el Frente del Este combatiendo contra la Unión Soviética.

Esta Legión que, tuvo un año de existencia, estaba compuesta por hombres venidos desde todos los puntos de la geografía nacional española. Patriotas, católicos, fascistas, nacional-sindicalistas o simplemente anticomunistas fueron a luchar a Rusia. En total eran 2.269 voluntarios conformados en 2 banderas de Infantería, 1 bandera mixta de Sanidad e Intendencia y la Plana Mayor.

La actuación de esta nueva compañía no fue tan gloriosa y brillante como lo fuese la División Azul, quizá el motivo fuese que el Ejército alemán estaba más debilitado que nunca y la desmoralización estaba generalizada en las tropas anti-soviéticas. A mediados de diciembre La Legión llega a la ciudad de Kostovo. Una vez allí toman posiciones y se preparan para un esperado ataque artillero soviético. Un mes después, el 15 de enero de 1944 las líneas rusas comienzan su avance. Tan sólo cuatro días hicieron falta para provocar la deshonrosa retirada alemana. En el Ejército alemán logicamente estaba también La Legión Azul.

Aunque la huida fue oprobiada, hubo una acción por parte de los españoles que no puede caer en el olvido. Mientras los alemanes se batían en retirada por mitad de los bosques y ríos helados. Los españoles decidieron unirse y tomar la estación ferroviaria, cerca de la población de Liuban. Mientras la estación estaba fuertemente asediada por los rusos, los españoles contraatacaban como podían para mantener abierta la estación. Las bajas en la compaía española fueron muchas pero gracias a esto miles de soldados alemanes pudieron salvar la vida e integrarse en otros pelotones.


La labor de los españoles no pasó desapercibida. El General Helmut Priess, consideró que la acción heroica de los españoles al enfrentarse a un ejército en superioridad numérica y salvar el grueso del Ejército alemán, debía ser recompensado con la Cruz de Hierro. Premio que recibieron el coronel García Navarro, al cual vemos en la imagen, y algunos valientes legionarios que participaron en tan grande epopeya.

Tras la repatriación de los soldados españoles por órden expresa del General Franco, el General alemán Lindemann, Jefe del XVIII Ejército, le dedicó estas emotivas palabras a la Legión Azul:

- Donde nosotros quedamos y a donde quiera que vosotros estéis yo se bien que nuestra lucha común seguirá.

Las respuesta de García Navarro fue la siguiente:

- Con vuestro Ejército queda nuestro voto de triunfo y suerte de soldados.

El coronel se dirigió por último a sus heroicos soldados, montado en su caballo, izó el brazo derecho, y orgulloso con voz firme y clara gritó:

-¡Legionarios españoles! ¡Por Dios y por España! ¡Viva la Legión! ¡Viva España!

Inmediatamente se escuchó una palabra al unísono salida de la garganta de dos mil patriotas:

-¡Viva!

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