martes, 6 de noviembre de 2012
Isaac Peral. El militar español que inventó el submarino
Isaac Peral y Caballero. Teniente de navío de la Real Armada Española, considerado como el inventor del primer torpedero submarino de la historia, más conocido como el "Submarino Peral". Nació en la ciudad de Cartagena, en la Región de Murcia.
Supo compaginar de excelente manera la vida militar y científica. Tras una larga carrera militar en la que participó entre otros, en la Guerra de Cuba de los Diez Años (1868-1878),en la que supo apaciguar la insurrección de los independentistas cubanos tras el Grito de Yara. Mientras tanto, España estaba envuelta en una nueva Guerra Carlista, la tercera (1872-1876), en la que también participó. De su carrera científica podemos destacar sus informes recogidos en el "Tratado teórico práctico sobre huracanes". Además de poseer la cátedra de física de la Escuela de Ampliación de Estudios de la Armada.
Ya habiendo resumido un poco quién era y de dónde venía Iaac Peral, es momento de hablar del mayor logro en su vida. Algo de lo que todos los españoles se sienten orgullosos, la invención del submarino.
Para empezar, se ha de decir que Peral creó su propia empresa, una compañía de ingenieros con el nombre de "Centro Industrial de Consultas Electro-Mecánicas". Aquí es dónde patenta algunos aparatos, de los que destaca un acumulador eléctrico con el que se crearon en España varias centrales de alumbrado eléctrico.
En 1885 Peral se dirige al Ministro de Marina de la época para darle a conocer sus teorías sobre la posibilidad de fabricar un torpedero sumergible para la defensa de las costas, algo inaudito hasta el momento. El Ministro aprobó el proyecto y autorizó la construcción del submarino por Real Orden de 4 de octubre de 1886.
Fue botado el 8 de septiembre de 1888 con el apoyo de la reina regente María Cristina. El coste total del sumergible alcanzó las 300 mil pesetas de la época.
Las características del aparato eran sorprendentes. Podía alcanzar la cota máxima de inmersión de 30 metros. Se controlaba por medio de dos hélices accionadas electricamente. Además tenía un tubo lanzatorpedos a proa, cosa que no volvería a verse hasta los famosos "Holland" norteamericanos, empleados en la Primera Guerra Mundial, 30 años después.
En un principio, el invento de Peral no fue bien acogido por la sociedad de la época ni fue bien visto por sus superiores militares, razón por la cual salió del ejército y viajó hacia Alemania para tratarse de un cáncer de piel que padecía. Pero allí le esperaba una muerte segura. Isaac Peral falleció en Berlín el 22 de mayo de 1895.
Para honrar su memoria eternamente se levantaron multitud de monumentos y nombraron calles y avenidas con su nombre en Cartagena y el resto de España. Aquí se observan dos fotos que pertenecen: En primer lugar, al monumento que le dedicaron en el barrio cartagenero que lleva su nombre "Peral".
Se erigió en 1951, de la mano del escultor Luis Bolarín, en la Plaza Sánchez Doménech. En segundo lugar podemos observar el mausoleo dónde yacen los restos de Peral.
Cada 1 de noviembre, desde hace mucho tiempo. Marinos de la Armada rinden homenaje en el Cementerio de Cartagnea, frente al mausoleo. A este homenaje se han ido sumando otras marinas internacionales: como la Armada Peruana, la Armada Alemana y la Armada Italiana.
Para acabar de hablar del ilustre protagonista de nuestra historia no podíamos quedarnos sin contar algo que refleja la grandiosidad de este personaje. La noche del 30 de octubre de 1993 de produjo una celebración única en el Puerto de Cartagena. Consistente en una Naumaquia. Miles de personas de todas las edades y lugares se congregaron para contemplar con efusividad el sonido de cientos de bocinas de barcos, campanas de iglesias, tambores, cañones del ejército de tierra y fuegos artificiales. En todo el mundo, sólo dos veces se ha realizado una Naumaquia. La vez anterior fue en 1550, que Enrique II de Francia celebró en Ruan. La última, a finales del siglo XX, en honor a Peral.
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