Lo que tiene la historia es que sólo la conocemos tal y como la escribieron los que la vivieron. Por ello Rodrigo de Triana, que ni se llamaba Rodrigo (Juan Rodríguez Bermejo), ni era de Triana (Los Molinos - Sevilla) pasó a tener un sitio privilegiado en la historia española y universal.
Para empezar a conocer a éste ilustre hispalense, tenemos que decir que Rodrigo de Triana era el marinero vigía de la carabela Pinta capitaneada por Cristóbal Colón en su primer viaje hacia Zipango (Japón).
El único escrito fidedigno en que se nombra a Rodrigo en el viaje, es el diario del almirante Colón. La referencia es mínima pero muy importante. En ella se cuenta como Rodrigo gritó: ¡Tierra!y se convirtió en el primer hombre europeo en divisar tierra americana desde su puesto de vigía el 12 de Octubre de 1492. Fecha que marcaría la historia universal y cambiaría el curso de la historia pasando de la Edad Media a la Edad Moderna.
La tierra que Rodrigo de Triana fue el primero en ver se trata de una pequeña isla de las Bahamas y que Colón bautizó con el nombre de San Salvador.
A su regreso a España Rodrigo reclamó la recompensa de diez mil maravedíes que prometieron dar los Reyes Católicos a aquel que fuera el primero en ver tierra firme. Recompensa que nunca fue entregada ya que Cristóbal Colón convenció a sus católicas majestades en que el mismo tuvo ese falso privilegio.
Sin premio ninguno, pero entregado a sus valores de marinero y a la honra de su patria. Rodrigo embarcó de nuevo en posteriores expediciones por el Mar del Sur (Océano Pacífico). En 1525 se pierde el rastro de éste peculiar personaje de nuestra historia. La última referencia que se tiene de él es que participó en la expedición de García Jofre hacia las Molucas. Al parecer aquí sería dónde perdió la vida aunque alguna leyenda cuenta que se convirtió al Islam y pasó sus últimos días en el norte de África.
Para honrar su hazaña. En 1973 se le dedicó un monumento en el barrio sevillano que frecuentaba, Triana. Se sitúa en en la calle Pagés del Corro en su confluencia con calle Génova y es obra del escultor José Lemus. En el monumento aparece Rodrigo desde su puesto de vigía en el momento exacto en el que gritó su frase más corta y más célebre: "¡Tierra!".