lunes, 21 de enero de 2013
Gonzalo de Salazar, el primer cristiano de Granada
En el glorioso año de 1492 tuvieron lugar dos sucesos claves en la historia de España. Además del conocido descubrimiento de América el 12 de octubre, diez meses antes, el 2 de enero se produjo la toma de Granada. En la cual les fueron entregadas las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos por parte del nazarí Boabdil el Chico, último emir de Granada.
Tras la última reconquista de suelo español a manos de los moros, fueron llevadas a Granada numerosas familias de toda Castilla y Aragón. Entre ellas se encontraba la familia del doctor Fernández de Guadalupe. Junto a su mujer, descendiente de los Salazar, de descendencia noble castellana dieron a luz al primer niño cristiano de Granada tras casi 800 años de ocupación musulmana. Al niño lo nombraron Gonzalo de Salazar.
Este hecho privilegiado marcó la vida de Gonzalo. Fiel partidario de sus Católicas Majestades desde su nacimiento fue considerado por éstos leal servidor a la corona.
Gonzalo junto a su cónyuge Catalina de la Cadena viajan hacia Nueva España, dónde se convirtió en un hombre poderoso al obstentar el cargo de Tesorero Real.
Ya entrado el año de 1524 el Capitán General Hernán Cortés Monroy hizo una de sus célebres y exitosas expediciones por Centroamérica. Antes de su salida, Cortés se asegura de colocar en la regencia del poder a gente de su confianza. Gonzalo de Salazar aprovecha para pedir a Cortés una inspección de las cuentas del nuevo Consejo de regencia.
Con más cobardía que audacia Gonzalo se autoproclamó Capitán General de la Nueva España. Para ello tuvo que injuriar de una manera desmedida. Dió por muerto a Cortés en su viaje por Honduras y arrestó a todos los miembros del Consejo.
Lo que no supo manejar bien, fue la apoteósica mentira de que había muerto Hernán Cortés debido a un ataque de guerreros indígenas. Ya que el conquistador fue invencible en el campo de batalla y sólo pudo matarle una enfermedad 23 años después.
Pues bien, en 1526, después de dos años gobernando Nueva España con intrínsecas falacias regresa triunfante Cortés de su expedición para retomar su cargo. Ciudad de México se divide en partidarios de Salazar y de Cortés. Tras unos bulliciosos acontecimientos, Cortés retoma al fin su cargo y Gonzalo de Salazar es exiliado a la Península Ibérica.
Debido al don de ser íntimo allegado a los reyes de España fue puesto en libertad al poco tiempo y llevado de nuevo a Nueva España, dónde ejerció su cargo de tesorero Real sin ningún sobresalto ni contratiempo hasta la hora de su muerte. Aunque pocos pudieron olvidar la picardía e ingenio que empleó este desdichado y controvertido personaje unos años antes.
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