jueves, 20 de febrero de 2014

Agustina de Aragón, la catalana defensora de Zaragoza

Agustina fue protagonista de una de las muchas proezas del pueblo español durante la contienda armada contra el invasor francés. La hazaña de esta catalana, que la hizo célebre en tiempos revueltos, tiempos necesitados de patriotismo, heroicidad y valor, sucedió durante el verano de 1808, cuando los ejércitos napoleónicos intentaban penetrar en la ciudad de Zaragoza. Allí se encontraba Agustina debido a que su marido, un cabo de artillería, se encontraba destinado en la capital aragonesa.

A mediados de Junio de 1808 los franceses intentan entrar en Zaragoza por las puertas del Carmen y Portillo, siendo cerrados por una embestida de la artillería española. Los franceses, a lo largo de los días, causan numerosas bajas a los defensores españoles y, a inicios del mes de julio, el ejército francés se reúne en la Puerta del Portillo, dónde los zaragozanos estaban más debilitados. 

Los españoles defensores de la plaza, estaban desmoralizados y desalentados cuando entró en escena la heroína aragonesa. Agustina, cogiendo la mecha de las manos de un paisano moribundo, disparó el cañón contra los atacantes, de tal manera que sus compatriotas al verla no se dieran por vencidos e hicieran lo mismo. La cosa acabó como acaban las cosas que se hacen con tenacidad y perseverancia. La firmeza y el arrojo de los españoles concluyó en la retirada francesa.


 Por este hecho le pusieron el apodo de "La Artillera". Retratada sutilmente por el genial maestro Goya. Agustina es tan sólo una de las pocas heroínas que participaron en la contienda y conservan su nombre para la historia. Pero fueron centenares los patriotas incógnitos y anónimos. Hombres y mujeres, ancianos y niños, nobles, burgueses y campesinos que entregaron la vida a su patria sin pedir nada a cambio, derramando sangre y sudor para expulsar al vil intruso. Y entre los muertos siempre habrá una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde.


Curiosidades:

El general Palafox, que comandaba las operaciones españolas de Zaragoza, mandó llamar a Agustina y sobre el campo de batalla, le concedió el distintivo de subteniente por la "recompensa del valor y el patriotismo".

El rey felón Fernando VII le otorgó una pensión vitalicia de 100 reales por su heroica participación durante la guerra.

Después de esta proeza, Agustina no cesó en su empeño de expulsar a los franceses, y participó en varias batallas más como el Sitio de Teruel o el Sitio de Tortosa, dónde incluso llegó a estar hecha prisionera, escapándose más tarde.

2 comentarios:

  1. VAYA MIERDA DE BLOG.NO SE ENCUENTRA NADA ,NO HAY INFORMACIÓN,NO VALE PARA NADA.NO SE PUEDE USAR POR QUE NO TIENE INFORMACION.LE DOY UN 0.

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  2. ESTE BLOG NO TIENE INFORMACIÓN.ES UNA GRAN MIERDA:NO SE ENCUENTRA NADA DE NADA.

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